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  • Foto del escritorJulieta

La piel en primavera y verano.

Sabemos que el sol es sinónimo de actividades al aire libre, de horas de exposición y de una bronceado espectacular para algunas. Pero no debemos olvidar que también tiene su lado peligroso si no tomamos los cuidados necesarios. Te contamos porqué y cómo cuidar tu piel ésta temporada de calor y a la vez disfrutarlo sin comprometer tu salud y belleza.


Primero que nada debemos tener en cuenta que nuestra piel es el órgano mas grande del cuerpo y la barrera principal que nos protege de enfermedades e infecciones. Teniendo ésto en mente sabremos cuan importante es cuidarla, no sólo por la belleza sino también por la salud a corto y largo plazo.



Nuestros cuerpos necesitan de la luz solar, para acomodar patrones de sueño, controlar la salud de nuestras hormonas, aunque "demasiada exposición a los rayos UVB puede producir quemaduras. Los rayos UVA pueden penetrar la piel más profundamente que los rayos UVB, pero, en todo caso, ambos pueden afectar la salud. Cuando los rayos UV invaden las células de la piel, alteran procesos delicados que afectan su crecimiento y apariencia" según la National Institute of Health . Cuando los rayos UV ingresan al organismo pueden romper células y cambiar material genético (ADN), haciendo que éstas lleguen a dividirse y resulten grupos de células adicionales conocidas como tumores o lesiones.

Para producir Vitamina D y mantener nuestros huesos y piel saludables debemos exponernos al sol, pero con unos 15 minutos al día es más que suficientes en el dorso de las manos, brazos y cara.


Si hablamos de protección debemos tener en cuenta el factor de los protectores solares. Si elegimos uno de 15 FPS significa que la piel tardará 15 veces más en quemarse, en comparación a lo que tardaría si no usara protección solar. Si vamos a pasar un día entero al sol, lo mejor es buscar opciones de mayor protección como los de 50 FPS y procurar que no hayan expirado, volver a aplicarlo en la piel cada 3 horas y no olvidemos que deben tener protección para rayos UVB y UVA.



La deshidratación es muy común en éstas épocas, donde nuestra piel pasa por las temperaturas altas, la sal del mar y los ambientes secos.

Lo ideal es beber agua constantemente, aplicar cremas hidratantes y humectantes para mantener ésa hidratación, no abusar del café, el cigarrillo o el alcohol. En nuestra casa podemos utilizar un humificador para contrarrestar los ambientes secos.

No olvidemos que para un buen bronceado; procurar que sea de manera progresiva para no quemar y lastimar la piel; y exfoliar la piel una o dos veces por semana ayuda a retirar células muertas y mostrar un tono mas brillante y uniforme.





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